Si eres padre o madre sabrás que el amor por los hijos es maravilloso, pero si además eres abuelo o abuela habrás descubierto que el sentimiento por los nietos es de los más bonitos que has conocido. Has tenido tiempo para conocer qué es el amor, de muchas formas diferentes, por muchas personas diferentes… pero cuando se trata de tu primer nieto, ese amor se convierte en algo maravilloso.
No podemos negar que todos los abuelos son diferentes y no todos se involucran igual en la vida de sus hijos o de sus nietos. Hay abuelos más jóvenes con más energía, otros más mayores con más tiempo pero con menos energía. Hay abuelos más flexibles y otros más severos, algunos más cercanos y otros más lejanos.
Cada familia es un mundo y hay muchas personas en ellas, cada una con su propia idiosincrasia. En muchas, los abuelos se preocupan por estar en la vida de sus nietos para que los pequeños puedan crecer con todos los valores que pueden transmitirles y también con todo su amor.
Los abuelos tienen mucha sabiduría que podrán compartir con los más jóvenes de la casa. Este conocimiento será un gran regalo para ellos.

La conexión que se forma es especial y el vínculo puede llegar a ser inquebrantable. Cuando los abuelos tienen a sus nietos en brazos sienten un sinfín de emociones, cargadas de amor real, altruista y perenne. Los abuelos no esperan nada de sus nietos, solo quieren estar a su lado, cuidarles, abrazarles, darles amor y jugar. Los padres serán los encargados de todo lo demás.
Los nietos recuerdan a los abuelos y a sus padres la importancia de la familia, de estar juntos, de recordar que el tiempo pasa y que hay que aprovecharlo al máximo. Los abuelos quieren vivir más tiempo solo para verles crecer. Un tiempo que se convierte en oro.
Por supuesto, esto no significa que los abuelos quieran más a sus nietos que a sus propios hijos. Solo es un amor diferente, un amor que no tiene las responsabilidades ni el estrés que tiene el amor por los hijos. Es un amor sin angustia y con tranquilidad. Se ama sin condiciones a una pequeña persona y se tiene la certeza de que los hijos, responsables y con un gran corazón, lo van a cuidar de la mejor manera posible.