El bebé llora lo que la madre calla

Un bebé es normal que llore. Es su única forma de poder comunicarse con sus progenitores y de hacerles ver que tiene unas necesidades básicas que se deben cubrir por su bienestar físico y mental. Los bebés desde que nacen deben estar bien atendidos por sus progenitores, ya que son seres dependientes y les necesitan para sobrevivir. Cuando sus necesidades básicas se han resuelto parece que se calman y dejan de llorar. Están bien.

Pero en ocasiones, esto no sucede. Bebés que están bien alimentados, que está con sus progenitores todo el tiempo, que tiene el pañal limpio y que aparentemente no hay ningún tipo de dolencia física, lloran. Y no encuentran consuelo.

El bebé llora las emociones que siente

Los bebés son seres que sienten mucho más de lo que las personas piensan. Un bebé recién nacido parece que no siente las emociones que hay a su alrededor, pero en realidad las capta todas, tanto buenas como malas. Cuando una madre o un padre está tenso/a, triste, deprimido/a, discute con la pareja día y noche, el ambiente de casa es negativo e incluso tóxico, el pequeño bebé lo sabe, y lo sufre.

Cuando una madre se siente caótica por las hormonas revolucionadas, por la privación día sí y día también del sueño, porque tiene dificultades para dar el pecho a su bebé… Ella no llora, o si llora, lo hace en silencio, callada sin que nadie se entere. Porque nadie debe saber que no se siente bien, que está triste y cansada, porque parece que sentirse así no es de ser buena madre.

Pero cuando la madre no llora, el bebé sí lo hace. Porque la madre grita por dentro y el bebé la escucha, es el único que sabe cómo se siente. Es posible que la madre sienta cierta angustia por la maternidad, sobre todo si es madre primeriza, pero esta angustia poco a poco se irá desvaneciendo hacia un amor infinito hacia sus hijos.

Cuando un bebé nace, también nace una madre, pero el puerperio es una etapa difícil que hay que pasarla, aunque puede ser angustiante. Nadie entiende lo que es el puerperio excepto aquellas madres que también lo han pasado. Se siente dolor, angustia, se llora, es difícil reconocerse físicamente cuando el espejo refleja… Y se está cansada, mucho. Cuando la madre calla todos estos sentimientos, entonces el bebé los llora.

La importancia de cuidarte

Por todos estos motivos resulta imprescindible que no te calles cómo te sientes. Expresa tus emociones, habla con tu pareja, con tu familia, con personas de confianza. No debes pensar que eres mala madre por sentirte así porque no lo eres. Es normal, estos sentimientos son totalmente normales.

Debes cuidarte por ti y por tu bebé. Tu bebé necesita una madre tranquila y feliz para tener menos cólicos y crecer con más salud. El estrés o la ansiedad afecta directamente al bebé y él, llorará más. No sientas miedo a fallar y no lo harás.

En la actualidad muchas mujeres sienten que la maternidad es solitaria. Antes cuando una mujer daba a luz tenía a su lado a su madre, a su abuela, a las tías, vecinas… todas se encargaban de echar una mano a la madre y al bebé. Ahora, ya no. Ahora las madres se sienten solas en casa, en el trabajo cuando deben volver, en el alma. Algunas tienen pareja cerca, otras no. La mujer siente que tiene que arreglar el caos exterior y no sabe ni por dónde empezar.

Pero cuanto más exteriorices esos sentimientos, cuanto menos te los calles, cuanto más te desahogues y hagas por cuidarte, entonces te darás cuenta cómo tu bebé también mejora. Todo comenzará a fluir de manera más natural, tu hijo ya no llorará por las emociones negativas que siente y si llora, será únicamente porque tiene que hacerlo para comunicarse contigo. Recuerda que cuidarte, es la mejor forma de cuidar a tu hijo.