Por qué es bueno ir a la escuela caminando con tus hijos
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En ocasiones, por lejanía, muchos padres van a la escuela con sus hijos en coche o transporte público y está bien. Pero en lugar de parar justo en la entrada, es buena idea aparcar un poco más lejos o parar una parada antes para conseguir buenos hábitos. Solo necesitas un poco más tiempo y entonces, conseguirás grandes beneficios para ti, y tus hijos. ¿Por qué es bueno ir a la escuela caminando con tus hijos?
Y no, no nos referimos solo a la parte de la salud física (que también), como que andar es bueno para salud del cuerpo y la mente. Queremos ir un paso más allá y por eso vamos a explicarte por qué ir a la escuela caminando es una opción excelente para vosotros.
Por qué tienes que ir a la escuela caminando con tus hijos
Caminar es bueno para ellos
Caminar es bueno para ellos, y para ti. Es cierto que hacerlo te llevará más tiempo que si vas en vehículo, pero… caminar les ayudará a estar más activos mental y físicamente para comenzar el día de la mejor manera posible. Llevarles en coche hasta la puerta de la escuela no les activa lo suficiente y comenzarán el día sintiendo más pereza.
No hace falta andar demasiado, con unos 100 o 200 metros es más que suficiente, y el cambio en su actitud y en la energía que desarrollen para comenzar el día irá en aumento.
Hablas más con tus hijos
Si les llevas en coche, te centras en el tráfico y si ellos están aún medio dormidos, es probable que la conversación sea nula… además de que se dispone de menos tiempo. En cambio, si vas caminando podrás tener ese preciado tiempo para hablar sobre las cosas que pasaron el día anterior, cómo irá la escuela ese día… y cualquier tema que os parezca interesante en ese momento.
Esto es fundamental porque mantener conversaciones con tus hijos es necesario para potenciar vuestro vínculo afectivo pero también para que tu hijo mejore su desarrollo del lenguaje y su inteligencia. Hablar le permitirá aprender a escuchar, esperar el turno de palabra, prestar atención a los detalles, describir situaciones, etc.
No importa si tu hijo aún es muy pequeño y no te responde, porque estará escuchando lo que dices y eso también es magia para sus oídos y su desarrollo neurológico. Puedes preguntarle qué cenó la noche anterior para que su memoria comience y esté preparará para los exámenes de la escuela.
Puedes dejarles que entren primero
Parece una tontería, pero no lo es en absoluto. Es posible que a tus hijos les guste sentirse protegidos estando detrás tuya cuando van a entrar a la escuela… pero permite que entren ellos primero porque esto les ayudará a enfrentarse mejor a la vida en el futuro.
Un gesto tan simple como que entre primero a un recinto de la escuela o lugar y tú vayas detrás, le permitirá ser más responsable, tomar mejores decisiones en el futuro y enfrentarse a las dificultades con éxito.
Les abrazas y les dices que les quieres
Los abrazos no pueden faltar en tu vida y en la de tus hijos y sobre todo, justo antes de ir a la escuela ya que se van a separar de ti durante varias horas. Aunque tengas prisa por ir a trabajar, disfruta de ese momento especial para ti y para tus hijos. Darle un abrazo es más importante que cualquier otra cosa, todo puede esperar…
Dale un abrazo durante más de 10 segundos y tus hijos se sentirán más seguros, sentirán más confianza hacia sí mismos y hacia los demás, y lo más importante: conectarán contigo a un nivel profundo y necesitan ese amor para ser felices. Y antes de marcharte, diles lo mucho que les quieres.
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