A los 15 meses el bebé es mucho más independiente. Todavía le falta ganar en estabilidad, pero ya puede caminar solo. Su motricidad fina se va perfeccionado, por lo que es capaz de llevar objetos de un sitio a otro y hacer garabatos con más precisión. Su carácter también se va forjando. Cada vez muestra más su temperamento, es capaz de aceptar o rechazar un ofrecimiento y si algo no le gusta, no tendrá problemas en hacerlo saber. Su comunicación con los adultos también mejora. Como ya domina una media de entre 3 y 6 palabras puede comunicarse con más facilidad y es capaz de comprender lo que los adultos dicen. De hecho, ya puede seguir instrucciones sencillas, lo que le permitirá ir familiarizándose con las normas y reglas en casa.
Cambios físicos en el bebé de 15 meses
A los quince meses los cambios físicos en el bebé son impresionantes si se comparan con su desarrollo hace unos 4 o 5 meses atrás. Para este entonces ha ganado el equilibrio y la coordinación suficientes como para caminar solo, aunque es normal que se caiga con frecuencia ya que aún le falta conseguir un poco más de estabilidad. También puede sentarse y levantarse por su cuenta, intentará soltarse de la mano de los padres para andar solo por la calle e intentará subir escaleras gateando. Por ese motivo es importante colocar barreras en las escaleras para evitar que pueda escaparse y sufra un accidente.
Su motricidad también va perfeccionándose a pasos agigantados. De ahí que el bebé comience a utilizar más sus manos para transportar objetos. De hecho, uno de sus pasatiempos preferidos consiste en apilar objetos o llevarlos de un sitio a otro de casa. Asimismo, irá mejorando su trazo, consiguiendo líneas más precisas y con sentido en sus garabatos. Un hito que los padres también notarán a la hora de comer ya que a esta edad el bebé no solo es capaz de alimentarse solo, sino que puede manejar torpemente los utensilios. Aún le faltan algunos meses para que perfeccione el agarre, pero por lo menos puede coger entre sus manitas una cuchara o un vaso con mayor precisión.
Desarrollo cognitivo y del lenguaje
A los 15 meses el bebé ya domina entre 3 y 6 palabras, algunos incluso son capaces de repetir hasta 10 términos diferentes. Ya puede decir “no” con claridad y sabe cuándo usar esta palabra, a la vez que puede intentar formar frases cortas de 2 términos. Además, ya será capaz de señalar algunas de las partes de su cuerpo cuando le preguntan, así como imitar el sonido que emiten algunos animales o incluso, intentar decir su nombre. Esto, sumado al hecho de que cada vez comprende mejor lo que los adultos dicen, hará que sea mucho más sencillo comunicarse con él.
A esta edad también va tomando forma su personalidad y empieza a mostrar algunos rasgos de su carácter. Se frustra mucho cuando las cosas no salen como esperaba o no quiere hacer algo y se enfada con mamá o papá si le molestan. Sin embargo, también comienza a manifestar su aprecio dando besos y abrazos espontáneos, le gusta enseñar sus juguetes preferidos a los demás y aplaude cuando se emociona. Además, le gusta imitar a los adultos, por lo que es habitual que intente doblar la ropa, barrer la casa o limpiar una superficie si ve a sus padres hacerlo. También será capaz de seguir instrucciones sencillas como, por ejemplo, “pásame el balón”, “dame la manita” o “no hagas eso”.
Alimentación y cuidados del bebé de 15 meses
A los 15 meses el bebé come ya casi de todo. De ahí que esté preparado para compartir el menú con el resto de la familia, una ocasión que se recomienda aprovechar para disfrutar de un rato familiar agradable. Si aún falta introducir algún alimento, se recomienda hacerlo cuanto antes. Sin embargo, ten en cuenta que aún debes esperar para la introducción de las uvas o los frutos secos enteros (sí que se pueden dar molidos o cortados adecuadamente) hasta alrededor de los seis años debido al riesgo de atragantamiento, a la vez que debes seguir retrasando el consumo de sal y azúcar hasta más adelante.
La leche debe ser un básico que no falte en la dieta infantil ya que es una gran fuente de calcio y vitaminas que ayudará a que el bebé crezca sano y fuerte. Respecto al resto de alimentos, lo ideal es que sea el propio niño quien decida lo que quiere comer. En este sentido, se recomienda brindarle por ejemplo dos piezas de fruta para que sea el bebé quien escoja lo que más le apetece. Eso sí, siempre intentando que tenga una dieta lo más equilibrada y balanceada posible, en la que haya una gran diversidad de texturas, colores y sabores.
A esta edad es normal que muchos bebés tengan menos apetito que antes. No hay por qué alarmarse siempre que el pequeño se mantenga activo, juegue con normalidad y esté alegre la mayor parte del tiempo. Se trata de una etapa habitual del desarrollo que puede ir variando con el paso de los meses.
La estimulación del bebé a los 15 meses
A los 15 meses la estimulación del bebé adquiere una nueva dimensión. El pequeño está en pleno crecimiento, por lo que es importante brindarle una estimulación completa que fomente tanto su desarrollo físico como cognitivo y social. Sin duda, los juegos y ejercicios físicos no deben faltar. Para ello, se recomiendan los juegos con pelota o los bailes que, además de ser muy divertidos, potencian su coordinación y equilibrio. También es aconsejable dejar que el pequeño camine y corra en un espacio seguro dentro de casa, en el parque o en la naturaleza, en estos últimos casos, siempre bajo supervisión de un adulto.
Esta es también una buena edad para comenzar a introducir algunas rutinas sencillas. Por ejemplo, puedes pedirle al bebé que guarde sus juguetes cuando termine de jugar o anímale a que se cepille solo los dientes, aunque luego tengas que corregirle. Para ello, dale un cepillo de dientes y un dentífrico adaptado a su edad y motívalo a que te imite cuando cepilles tus dientes.
Por supuesto, no olvides estimular su aprendizaje recurriendo a los juegos, canciones o actividades sencillas en las que les enseñes a nombrar los animales, objetos cotidianos o las partes del cuerpo. Eso sí, asegúrate de utilizar las palabras correctas, evitando los diminutivo o apelativos que puedan deformar su lenguaje. Otra idea que seguramente le encantará consiste en leerles cuentos infantiles y/o animarlos a que canten una canción.