¿Cómo evoluciona el TDAH? ¿Se cura con el tiempo?

El TDAH no es una enfermedad propia de la infancia sino que se suele prolongar en la edad adulta. Es por ello que se debe manejar de forma precoz para dar estrategias que reduzcan el impacto de los síntomas en la edad adulta
TDAH adulto
El TDAH en la edad adulta se relaciona con el fracaso laboral si no se han adquirido estrategias compensatorias que ayuden a mitigar las dificultades. - Getty Images

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es una alteración muy común de inicio temprano en la infancia. De hecho, se estima que entre el 7 y 8% de los niños en edad escolar padecen este trastorno. Sin embargo, al contrario de la creencia popular, los síntomas no siempre remiten con el paso de los años. Se estima que del 50 al 70% de los niños con TDAH seguirán teniendo síntomas en la adultez, algo que también ocurre con muchos otros trastornos de inicio temprano, como la discapacidad intelectual o el trastorno disocial, aunque en el caso del TDAH los síntomas muy pocas veces se acentúan, lo usual es que se produzca una adaptación.

Por lo general, el TDAH con predominio del déficit de atención es el que mejor pronóstico tiene con el paso de los años, sobre todo cuando la persona aprende estrategias para mejorar la concentración. No obstante, el TDAH con predominio de impulsividad e hiperactividad también puede mermar en la adultez. Todo depende de la forma en la que el trastorno va modificando sus características con el paso de los años y de las estrategias que las personas desarrollen para compensar el déficit.

TDAH en adolescentes

Los principales problemas del TDAH que persistirán en el adulto aparecen en la infancia pero se acentúan en la adolescencia y la juventud. En estas etapas se deteriora, fundamentalmente, la capacidad de adaptación al medio. Es usual que los chicos tengan más problemas de aprendizaje, lo cual provoca un rendimiento escolar más bajo, aumenta las probabilidades de que tengan que repetir algún curso y tienen hasta 3 veces más riesgos de ser expulsados de forma temporal o definitiva del colegio.

Asimismo, se acentúan las conductas delictivas, rebeldes y de desafío a la autoridad, a la vez que son más proclives a sufrir accidentes graves. De hecho, los estudios señalan que alrededor del 48% de los adolescentes con TDAH han sufrido arrestos, en comparación con el 20% de adolescentes que no sufren este trastorno. También suelen tener su primera relación sexual antes que el resto de los adolescentes, a los 15 años un alto porcentaje de los chicos con TDAH han contraído una enfermedad de transmisión sexual o han tenido un embarazo.

No obstante, muchos de estos problemas se pueden manejar si el adolescente recibe el apoyo de las personas que le rodean y estas les ayudan a desarrollar estrategias de afrontamiento más eficaces. Si no ocurre así, los problemas pueden agravarse y el adolescente o joven experimenta sentimientos de culpa y sufre daños a su autoestima.

TDAH en adultos

Cuando los síntomas del TDAH persisten en la adultez, es probable que la persona tenga dificultades para mantener un buen desempeño laboral, en sus relaciones sociales y que manifieste cierta inestabilidad emocional. Sin embargo, no siempre es así.

En general, el nivel educativo de los adultos con TDAH suele ser bajo debido a los problemas académicos durante su infancia y adolescencia. De hecho, las estadísticas demuestran que los adultos hiperactivos tienen el doble de probabilidades de no cursar la universidad y, de hacerlo, tienen 7 veces más posibilidades de no terminar los estudios. Sin embargo, también existe un porcentaje significativo de adultos con TDAH que terminan sus estudios universitarios y tienen una excelente carrera profesional. La clave radica en aprender a controlar los síntomas.

Cuando la persona no logra desarrollar estrategias compensatorias, le resulta difícil mantener el trabajo. Según los estudios, es usual que los adultos con TDAH cambien de trabajo, algunas veces se debe a su conducta impulsiva y en otras ocasiones a que han sido despedidos por su falta de competencia. Y es que a estas personas se les dificulta asumir grandes cargas de trabajo y tienen problemas para concentrarse.

En el ámbito personal, el mayor problema no radica en encontrar pareja sino en mantener una relación estable a lo largo del tiempo ya que estas personas pueden llegar a ser muy impulsivas y les cuesta dar su brazo a torcer. Asimismo, pueden manifestar conductas destructivas marcadas por el distrés, la tensión, la ansiedad, los problemas interpersonales, la hostilidad y la depresión.

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