¿Por qué no debes dejar que tu bebé llore a la hora de dormir?

Tu bebé necesita todo tu amor para dormir feliz
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Bebé llorando- Imagen: istock - Getty Images

Muchos padres enseñan a sus bebés a conciliar el sueño dejando que lloren hasta que se quedan dormidos por el cansancio. De hecho, hay pediatras que recomiendan esta estrategia para templar el carácter de los niños y enseñarles a obedecer a los adultos. El Método Ferber, por ejemplo, creado por un neurólogo y pediatra graduado de la Universidad de Harvard, afirma que dejar que los bebés lloren durante cinco minutos les ayuda a conciliar antes el sueño y les enseña a dormir solos. Sin embargo, dejar que los bebés lloren para que aprendan a dormir puede ser contraproducente.

¿Cómo afecta el llanto el desarrollo infantil?

Un estudio realizado en la Johns Hopkins University en conjunto con otras universidades evaluó el nivel de cortisol, la hormona del estrés, en los bebés y sus madres, quienes les dejaban llorar hasta que se durmieran. Los resultados mostraron que durante el primer y segundo día de llanto incontrolable, tanto los bebés como sus madres registraron niveles elevados de cortisol.

Sin embargo, al tercer día, cuando los bebés dejaban de llorar, los niveles de cortisol en las madres disminuían ya que no escuchaban a sus hijos llorando. Lo curioso es que, aunque los bebés apenas lloraban, seguían teniendo niveles elevados de cortisol, es decir, que aunque parecían tranquilos en sus cunas, en realidad seguían sintiéndose muy estresados.

Otros estudios han demostrado los efectos negativos del estrés en el desarrollo infantil. Se ha encontrado que cuando los bebés se estresan mucho, los niveles de cortisol se disparan y afectan la actividad de las neuronas. Como consecuencia, también podrían afectarse algunas funciones del desarrollo neurológico infantil.

De hecho, investigaciones realizadas en el campo de la neurociencia afirman que dejar que los bebés lloren hasta que el cansancio les venza no solo puede provocarles alteraciones en el sueño sino que también puede afectar su capacidad para relacionarse con quienes les rodean y aumenta las probabilidades de que sufran síntomas ansiosos y depresivos en el futuro.

No debemos olvidar que el llanto de los bebés es su principal fuente de comunicación con los adultos, la forma a través de la cual expresan sus sentimientos y necesidades. Por eso, cuando los padres pasan por alto el llanto de sus hijos, laceran su confianza y fomentan una visión hostil del mundo, así como una profunda sensación de indefensión, miedo e inseguridad. No debemos olvidar que el primer año de vida es un período crítico para la formación de la confianza y la seguridad del niño en el mundo.

5 riesgos de dejar que tu bebé llore hasta el agotamiento

1. Tiene más probabilidades de estresarse

Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Notre Dame analizó la atención que recibieron unos 600 niños durante sus primeros meses de vida, así como el desarrollo de su capacidad para gestionar el estrés. Los resultados mostraron que los niños cuyos padres les atendían y consolaban cada vez que lloraban, solían contar con mejores herramientas de afrontamiento al estrés, en comparación con los pequeños cuyos progenitores les dejaban llorar desconsoladamente. Esto se debe a que cuando los niños lloran hasta el agotamiento sus cerebros liberan adrenalina y cortisol, las hormonas del estrés, lo que hace que se sientan más irritables e incómodos de lo normal.

2. Su desarrollo cerebral se afecta

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, halló que cuando los niños se exponen a un estrés mantenido, como el que les genera llorar desconsoladamente, se producen cambios en la estructura bioquímica del cerebro, sobre todo en los neurotransmisores. Los niveles elevados y mantenidos de adrenalina y cortisol pueden pasarle factura a las conexiones entre las neuronas, limitando el desarrollo de determinadas regiones cerebrales. De hecho, se ha demostrado que estar sometido a un estrés mantenido puede provocar la muerte de algunas neuronas.

3. Tiene un riesgo mayor de sufrir TDAH

¿Sabías que dejar llorar a tu bebé puede aumentar el riesgo de que desarrolle TDAH? Así lo ha comprobado un estudio realizado por investigadores de la University of Hertfordshire en el que se correlacionó la atención que los niños recibían durante sus primeros meses de vida y sus probabilidades de desarrollar TDAH. Los investigadores encontraron que los niños a los que sus padres les dejaban llorar mucho durante los primeros meses de vida tenían un riesgo hasta 10 veces mayor de desarrollar TDAH.

4. Le cuesta más regular sus emociones

Neurocientíficos de la Universidad de Pensilvania encontraron que los niños cuyos progenitores les dejan llorar hasta el cansancio, presentan problemas para regular sus emociones, a la vez que son más difíciles de calmar. Los expertos explicaron que esto se debe a que el estrés al que están sometidos estos pequeños provoca una sobreestimulación de algunas regiones cerebrales, sobre todo las relacionadas con el análisis y la regulación emocional. De esta manera, los niños desarrollan un sistema nervioso hiperactivo, que produce una gran cantidad de adrenalina, lo que les lleva a reaccionar de forma extrema ante los estímulos del medio.

5. Puede convertirse en una persona ansiosa e insegura

Los científicos han demostrado que los genes que controlan la ansiedad se suelen activar durante los primeros meses de vida. Por tanto, el hecho de que los bebés estén angustiados, estresados y que lloren desconsoladamente puede convertirse en un detonador para que estos genes se activen y se empiecen a desarrollar los rasgos ansiosos que les acompañarán durante el resto de la vida. Asimismo, dejar que los niños lloren hasta el agotamiento puede hacer que se conviertan en personas demandantes, dependientes e inseguras.

Como colofón, ten en cuenta que la atención y el cariño no malcrían a los niños sino todo lo contrario, contribuyen a desarrollar un apego seguro, haciendo que se sientan más protegidos. Por tanto, cuando tus hijos lloren, acude a su encuentro, intenta averiguar qué les sucede y, sobre todo, tómalos en brazos para que consolarles.

3 consejos para dormir a tu bebé sin dejar que llore

  • Crea un entorno seguro. Un ambiente seguro no solo ayudará a que tu bebé concilie más rápido el sueño sino que contribuirá a que descanse mejor. Para conseguirlo puedes poner en práctica diferentes estrategias, como colocar su cama contra la pared para que se sienta más tranquilo, dejar una luz tenue encendida o poner una música relajante de fondo.
  • Aliméntalo antes de ir a la cama. Uno de los motivos más frecuentes por el que los bebés no concilian el sueño es el hambre. Por eso, antes de acostar a tu bebé debes asegurarte de que está saciado. Cerciórate además de que haya expulsado todos los gases ya que estos pueden ser molestos y le impedirán conciliar el sueño.
  • Tómalo en brazos siempre que sea necesario. No existe ningún lugar en el mundo en el que tu bebé se sienta más seguro que en tus brazos. Así que, si quieres que concilie pronto el sueño, tómalo en brazos y acúnalo hasta que sus párpados se empiecen a cerrar. Colócalo luego en su cuna y, si se despierta, no dudes en volverlo a mimarlo.

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