5 consejos para que los niños respeten a sus padres
El primer paso es saber que respetar no es temer
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Hace décadas, muchos niños temían a sus padres. Entonces se pensaba que inculcar el miedo era la forma correcta de educar, para lograr que los niños fueran obedientes. Hoy sabemos que la crianza nada tiene que ver con el temor sino que está ligada indisolublemente al respeto.
De hecho, el respeto es un valor fundamental alrededor del cual debe girar la educación infantil. Los padres deben respetar a sus hijos y los pequeños deben aprender a respetar tanto a los mayores como a sus coetáneos. El respeto es la base de la tolerancia y la flexibilidad, de la empatía y la comprensión.
Ser respetuoso implica comprender que no somos el centro del universo y que las personas que nos rodean también son merecedoras de atención y cuidados. De hecho, el respeto es un concepto muy amplio que también se extiende a los animales y la naturaleza en sentido general.
¿Cómo enseñar a los niños el valor del respeto?
1. Sé un buen ejemplo
No podemos esperar que los niños muestren respeto por los demás si nosotros mismos no nos comportamos de forma respetuosa con los otros. Después de todo, recuerda que los padres son el primer modelo de conducta que los niños imitan. También es importante que, a medida que crezca, respetes sus pertenencias y decisiones. Jamás trates a tus hijos de forma irrespetuosa. Recuerda que los gritos y los ataques verbales también son una forma de falta de respeto. No intentes imponer tus puntos de vista, dialoga.
2. Ponle coto inmediatamente a la falta de respeto
En muchas ocasiones los niños se comportan de forma poco respetuosa solo para probar fuerzas con sus padres, sobre todo a partir de los tres años, cuando se afianza su identidad. En ese caso, es conveniente que atajes ese tipo de comportamientos apenas aparecen ya que si haces de la vista gorda, más tarde te resultará más difícil eliminarlos. Por ejemplo, puedes decirle: “No nos hablamos de esa forma en familia. Discúlpate por tus palabras”. De hecho, puedes aprovechar ese momento para dar un buen ejemplo y, en vez de enfadarte, mantener el control y dirigirte a tu hijo con respeto.
3. Cuenta con el apoyo de tu pareja
Una de las peores cosas que puede ocurrir en la educación infantil es la inconsistencia porque el niño se da cuenta inmediatamente que los padres no están en la misma sintonía. El pequeño comprende que uno es demasiado severo y el otro muy permisivo, por lo que intentará aprovechar ese desacuerdo a su favor. Sin embargo, para educar en el respeto es imprescindible que ambos padres estén en la misma longitud de onda. Siéntate a hablar con tu pareja y perfilen una lista de los comportamientos que no están permitidos en casa y las consecuencias que puede acarrear romper esas normas.
4. Enséñale las normas básicas de educación
Quizá puede parecer anticuado pero un niño que ha sido educado en los modales básicos, es un niño respetuoso. Enséñale a saludar cuando llega a un sitio y a despedirse cuando se va. Explícale la importancia de decir “por favor”, “gracias” y “perdón”. A la vez, asegúrate de usar estas palabras a menudo, incluso cuando te diriges a él. Las normas de educación no se aplican solo a los extraños, también son una muestra de respeto y cariño en la familia.
5. Explícale las consecuencias de sus actos
Los niños, sobre todo cuando son pequeños, no son plenamente conscientes de las consecuencias que tienen sus actos. Esto se debe a que no siempre son capaces de conectar su comportamiento con las reacciones que estos provocan. Por eso, es importante que le expliques que sus conductas y palabras tienen consecuencias, tanto para él como para quienes le rodean. Por ejemplo, si ha dicho algo irrespetuoso, puedes explicarle cómo se ha debido sentir esa persona debido a sus palabras.
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