Las terribles pesadillas de Susan. No es un cuento.
Las pesadillas de una niña y el camino hacia su comprensión y bienestar
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Aunque parezca el título de un cuento, no lo es. Estamos hablando de un caso de una niña que se llama Susan que sufría terribles pesadillas. Su experiencia nos va a ayudar a comprender la importancia que tiene escuchar a los hijos y que se sientan comprendidos por nosotros en todos los aspectos.
El nombre nos lo hemos inventado para que de esta manera podamos salvaguardar su intimidad. Era una niña que vivía con sus padres que estaban separados y empezó a dormir con su madre cuando su padre se marchó de casa. Estaban en el nuevo piso al que se habían mudado juntas (madre e hija) cuando se divorció del padre de la pequeña.
Ansiedad por separación
La pequeña Susan tenía problemas para separarse de su madre, no quería ir al colegio solo por no estar lejos de ella y dormir sola era algo impensable en esos momentos. Por eso, el médico, diagnosticó a la pequeña con un trastorno de ansiedad por separación. Un trastorno habitual en los niños que sienten mucha angustia siempre que se separan de su figura de referencia o apego.
La madre consciente del problema de la niña, buscó a diferentes profesionales para que intentarán ayudarla lo antes posible y que la niña dejase de sufrir. Intentaron ayudarla tanto en terapia individual como en grupal, en ambos casos sin éxito.
En la terapia individual se barajaban diferentes hipótesis sobre el estado de la niña: baja autoestima, abusos sexuales, abusos psicológicos, un mal duelo a causa del divorcio de sus padres, etc. Ningún tratamiento fue acertado.
Terapias para la pequeña
A pesar de su corta edad (10 años) le recetaron antidepresivos y daban por imposible su caso. Algo que por supuesto, desesperaba a su madre, a la niña y a todos los profesionales que intentaron ayudarla sin éxito.
Un grupo de psicólogos que estaba especializado en casos particularmente complicados, se hizo cargo del caso para ver si podían ayudar a la pequeña con sus problemas emocionales. Su secreto residía en no hacer tanto caso a la teoría psicológica e intentar entender los entramados emocionales e individuales de cada paciente.
La teoría del cambio
Cuando se quiere entender la mente de cada paciente a nivel individual, tiene que ver con la teoría del cambio, una teoría que se centra en el cambio cuando sale exclusivamente desde el interior de cada uno de nosotros.
En la segunda sesión para Susan, le preguntaron directamente que qué pensaba que podrían hacer ellos para que no tuviera más pesadillas. La niña se quedó muy pensativa y sorprendida al ver que un adulto en lugar de ayudarla sin preguntar, estaba interesado en su opinión… ¡ella era parte del cambio y antes nunca había sido así!
En lugar de decirle lo que tenía que hacer, estos profesionales se habían interesado en escuchar su opinión y en saber qué es lo que pensaba ella. La niña respondió que quería muchos almohadones y peluches alrededor de su cama, y de esta manera, podría crear un “fuerte” para que las pesadillas no entrasen en su cabeza.
Y las pesadillas cesaron…
Una vez que la niña se sintió comprendida y escuchada, empezó a dormir plácidamente sola en su dormitorio sin la necesidad de que su madre tuviera que estar a su lado. ¿Por qué esto es así? Porque en cuanto se le dio un poco de espacio para ser creativa y aportar su opinión y su forma única de resolución de problemas, se sintió mejor con ella misma.
Se sintió orgullosa y digna y empezó a tener más recursos personales de afrontamiento y mejoró su autoestima. Y todo esto fue tan fácil como pararse un momento a escucharla. Algo que ningún adulto había pensando porque creían que ellos sabían mejor lo que necesitaba la pequeña Susan… Sin tan siquiera preguntarle a ella.
Si quieres que tus hijos se conviertan en personas seguras, capaces y autónomas… párate cada día a escuchar todo lo que tienen que decirte.
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