¿Te acuestas con tu hijo hasta que se queda dormido?
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Son muchos los padres que se les llena la boca diciendo que si te acuestas con tu hijo en su cama hasta que se queda dormido le estás malacostumbrado o malcriando. Es posible que comentarios de este tipo te hagan dudar sobre tu capacidad de crianza y que te cuestiones si estás haciéndolo bien o mal… Aunque a ti te sale de tu corazón hacerlo, digan lo que digan.
Para empezar, si te sale del corazón hacerlo la respuesta está clara: lo estás haciendo bien. Así de simple. Si ves que tu hijo te necesita para dormirse por las noches y tú estás a su lado para ofrecerle esa protección y cariño que necesita, ¿qué hay de malo en ello? Peor sería que le gritases diciendo que es hora de dormir, que lo haga solo… y que por eso, tu hijo se sienta abandonado emocionalmente.
Lo estás haciendo bien
Cada padre y cada madre de este mundo son los que más conocen a sus hijos, y por este motivo, solo tú sabrás qué es lo que necesita tu hijo exactamente. Antes de que te des cuenta tu hijo ya no te necesitará, te cerrará la puerta de su dormitorio y su conversación serán monosílabos. No necesitarán sentir tu cariño ni tu compañía para quedarse dormidos.
Lo que quizá ahora te parece un “castigo” o que estás haciendo algo mal, después se convertirá en algo que anhelarás, que querrás que ocurra, te gustaría retroceder en el tiempo… Pero todo eso habrá acabado, porque tus hijos habrán crecido y no te necesitarán tanto como antes.
Las rutinas de dormir
Todas las noches, son muchos los hogares que comienzan las rutinas para ir a la cama con sus hijos. Son unas rutinas sagradas que deben cumplirse para que los niños entiendan que es la hora de dormir y que el descanso les está esperando entre las sábanas de su cama. Quizá, al acabar las rutinas, estés pegado a tu hijo en su cama para que se pueda dormir.
Quieres que se duerma lo más pronto posible porque aún te quedan muchas cosas que hacer y el tiempo apremia… Tienes que acabar lo pendiente, o simplemente descansar, porque el despertador por la mañana no tardará en sonar para que te levantes.
No tengas prisa
El consejo que te damos, es que cuando llegue el momento de acostarte con tu hijo… No tengas prisa, no quieras correr. Disfruta de ese momento íntimo que te regala tu hijo. En esos instantes siempre hay cercanía, confidencialidad, cansancio, alegría o a veces llantos… porque cada día es diferente y las emociones también varían. Pero lo que no faltan son los besos, las caricias y el amor que existe entre vosotros dos, que es el más puro que pueda haber en todo el planeta… Porque es el mejor momento, cuando más conectado estás con tu hijo.
Es posible que hayan días que acostarte con ellos sean solo 10 minutos, en otros serán horas… Pero si tus hijos realmente necesitan ese momento, ¿se lo vas a negar? No es inmaduro, tampoco es dependiente, simplemente eres su papá o su mamá y eres el ser que le aporta toda la seguridad que necesita para estar tranquilo… ¡Ese es el mejor tesoro de la vida! Permítele que disfrute de eso.
Cuando se quede dormido, podrás levantarte y hacer todo lo que tengas que hacer. Solo apaga la luz de su dormitorio, o déjale la luz quitamiedos… Ciérrale la puerta o déjasela entornada, pero de lo que puedes estar seguro/a, es de que cuando salgas de su dormitorio, lo habrás hecho bien. Que nadie te haga sentir lo contrario, porque cada familia es un mundo y a todas, hay que respetarlas por igual.
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