¿Cómo ayudar a niñas en riesgo de pobreza comprando tampones ecológicos?

“Sé el cambio que quieras ver en el mundo”, dijo Mahatma Gandhi refiriéndose al hecho de que, aunque no tengamos el poder para realizar grandes cambios que impacten en muchas personas, nuestros pequeños gestos y decisiones cotidianas pueden marcar la diferencia en algunas vidas.

Esa es la idea que ha motivado a OneSqin, una empresa social con sede en Londres que se ha convertido en la primera marca de salud y belleza del mundo en donar todas sus ganancias a las mujeres desfavorecidas. Sus creadores quieren que todas las mujeres puedan contribuir a mejorar el futuro de las niñas. Y para lograrlo basta cambiar un pequeño hábito de consumo, que también repercutirá positivamente en nuestra salud.

Un pequeño gesto que cambia vidas

OneSqin está muy sensibilizada con la delicada situación que viven millones de niñas en diferentes países a lo largo del mundo. De hecho, ¿sabías que cada 3 segundos una niña se convierte en esposa, aunque no esté preparada física ni psicológicamente para ello? Esa situación ha provocado que la principal causa de muerte de las adolescentes de entre 15 y 19 años sea el parto. A esto se le suma que 4 de cada 5 víctimas de las redes de tráfico de personas son niñas.

OneSqin se ha propuesto mejorar las expectativas de futuro de las niñas. Esta marca vende sus productos de higiene íntima femenina a través de Internet e invierte el dinero que recauda en proyectos educativos dirigidos a niñas en riesgo de pobreza y exclusión social. De esta manera también promueve una mayor conciencia de consumo, pasamos de ser meros consumidores a elegir conscientemente los productos sabiendo que una parte de ese dinero se destinará a ayudar a las personas que más lo necesitan.

Ahora mismo, OneSqin tiene en marcha un proyecto en Tanzania, un país donde las niñas son el colectivo más marginado del mundo. A través de la organización sin ánimo de lucro Nurturing Minds, patrocinan SEGA, una institución secundaria con alojamiento para niñas que, de otra forma no podrían ir a la escuela debido a la condición de pobreza extrema en la que viven.

De hecho, muchas de esas niñas han perdido a sus padres y no pueden costearse los uniformes, los libros o el transporte que demandan las escuelas estatales. Los fondos de OneSqin no solo se destinan a cubrir la estancia, la comida, los uniformes y el material pedagógico sino también el seguro médico, los viajes escolares y el salario de los profesores.

Cuidando nuestra salud, ayudamos a quienes más lo necesitan

OneSqin no solo es una empresa con vocación social sino que también se preocupa por cuidar el medioambiente y nuestra salud. Sus productos son fabricados en España, en una fábrica impulsada por energía hidroeléctrica y son “cruelty free” ya que la empresa no realiza pruebas en animales.

Sus tampones son de algodón 100% ecológico, certificado y sin residuos de pesticidas ni herbicidas. De hecho, son una opción más saludable que los tampones tradicionales, que normalmente están hechos de rayón, una fibra proveniente de la pulpa de la madera. Tampoco contienen cloro, un producto que se suele usar para blanquear el rayón y el algodón no ecológico.

Además, los tampones de OneSqin tienen un núcleo absorbente envuelto en un velo de seguridad que facilita una extracción más suave y, sobre todo, evita que las fibras queden adheridas en el interior. En cambio, las fibras de los tampones elaborados con rayón pierden su consistencia cuando se mojan, lo cual hace que al retirarlo, algunas se queden adheridas en las paredes vaginales, causando irritación. También son hipoalergénicos, por lo que previenen el riesgo de irritaciones y alergias.

Lo mejor de todo es que se pueden ordenar cómodamente por Internet y recibirlos en casa con regularidad cada tres meses. Con su modelo de suscripción podrás olvidarte por completo de comprar tampones, pero los tendrás cada vez que los necesites. Y si usas el cupón con el código “etapainfantil”, podrás obtener un descuento de 2 EUR en tu primera compra.