Educación

Cuentos cortos para bebés

Cuentos breves para leer a tu bebé, abriendo puertas a un mundo de fantasía

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Cuentos para bebés
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

Transmitir a los niños el amor por la lectura desde una edad temprana es uno de los mejores regalos que podemos hacerles. La lectura es una actividad fundamental en el desarrollo infantil ya que no solo contribuye a que descubran el mundo que les rodea, sino que le da alas a su imaginación. Familiarizar a los niños con la lectura desde pequeños no solo ayuda a que tengan un mejor vocabulario como reveló un estudio de la Florida Atlantic University, sino que estimula además su inteligencia, su creatividad y su capacidad crítica. 

La lectura también es un buen recurso para calmar el estado de ánimo, a la vez que les enseña a los niños cómo gestionar diferentes situaciones de una manera asertiva. Esto además de fomentar bonitos momentos en familia que contribuyen a estrechar los lazos entre padres e hijos. Y, no hay mejor manera de comenzar a familiarizar a los niños con la lectura que leerles cuentos infantiles desde que son bebés

5 cuentos cortos y bonitos para iniciar a tu bebé en la lectura

Leer a los niños desde que son pequeños es una buena manera de incentivar su interés y pasión por la lectura desde una edad temprana. Sin embargo, para conseguirlo no vale cualquier libro. Es importante que elijas cuentos infantiles adaptados a su edad que sean cortos y con un lenguaje sencillo que sea fácil de entender. La trama debe ser también sencilla y no deben contar con demasiados personajes. He aquí algunos cuentos cortos infantiles que podrás compartir con los más pequeñitos de casa. 

1. El papel y la tinta, de Leonardo da Vinci

Cuento El papel y la tinta, de Leonardo da Vinci

Había una vez varias hojas de papel blanco inmaculado sobre la mesa de una casa. Todas parecían cortadas con el mismo patrón, igual de impolutas y radiantes. Esto, al menos, hasta que una pluma de tinta comenzó a escribir sobre una de ellas.

La hoja de papel manchada se enfadó mucho y le dijo a la pluma de tinta:

– Con tu tinta negro has manchado mi blanco radiante. Me has arruinado para siempre, sollozó muy abatida.

– Estás equivocada. En realidad, no te ensucié, sino que te doté de bellas palabras y ahora eres única, te has transformado en un mensaje. Tu valor ha aumentado, ya no eres una simple hoja de papel, sino que llevas contigo un nuevo significado, respondió sabiamente la pluma de tinta.

Un poco más tarde, alguien entró a la habitación, tomó las hojas que estaban sobre la mesa y las arrugó dispuesto a arrojarlas al fuego. Sin embargo, notó que una de ellas tenía algo escrito, así que la separó cuidadosamente y la dejó en su lugar.

Gracias a las palabras que tenía escritas, esa hoja se salvó de ser destruida por el fuego. Una pequeña, pero importante diferencia sobre las otras hojas que le salvó la vida.

2. Carrera de zapatillas, de Alejandra Bernardis Alcain

Cuento Carrera de zapatillas, de Alejandra Bernardis Alcain

¡Había llegado el gran día! Todos los animales del bosque se levantaron temprano porque era el día en que todos se reunían en una carrera para divertirse y pasar un buen rato juntos. Eran las 9 de la mañana y todos estaban listos con sus preciosas zapatillas de correr cuando llegó la jirafa, la más alta y hermosa del bosque, pero también la más presumida. 

Nada más llegar, miró al resto de animales y comenzó a burlarse de ellos:

– Ja, ja, ja. ¡Eres tan lenta! No sé para qué corres, le dijo a la tortuga. 

– Je, je, je. ¡Y tú eres tan gordo y lento!, le dijo al rinoceronte.

Como los animales ya la conocían y sabían que era muy presumida, decidieron no hacerle caso. Cada uno se dispuso a colocarse sus zapatillas de correr. 

El zorro se puso sus zapatillas de color amarillo, con unas rayas verdes muy llamativas. El mono se puso sus zapatillas con luces y sonidos que fueron la sensación de todos. En tanto, la cebra se puso su calzado a rayas blancas y negras y se ató bien los cordones.

Sin embargo, cuando todos estaban listos para comenzar, escucharon que alguien lloraba desconsoladamente. ¡Era la jirafa! A causa de su gran altura, no podía llegar a sus pies para atarse los cordones.

– ¿Alguien puede ayudarme, por favor?, preguntó a gritos.

– ¿Después de burlarte de todos por ser diferentes ahora pides ayuda? Debes saber que no todos somos iguales, pero es importante respetar las diferencias si quieres tener amigos que te ayuden, le respondió el zorro.

La jirafa, avergonzada, les pidió disculpas por lo ocurrido y, entonces, las hormigas se subieron a sus zapatillas y le ataron los cordones. Finalmente, todos corrieron en la carrera y al terminar festejaron juntos y celebraron la amistad, el respeto y la diversidad.

3. El conejito de las orejas largas, de Ana Pía Magdalena Cárdenas Ricotti

Cuento El conejito de las orejas largas, de Ana Pía Magdalena Cárdenas Ricotti

Amanecía en el bosque cuando el conejito de las orejas largas salió de casa con una canasta con la que se disponía a comprar verduras y frutas. 

Saltando entre abetos y zarzamoras, de donde comenzaron a salir ciervos, gatos monteses y ratoncitos para ayudarlo con sus compras, pudo llegar hasta donde estaban los feriantes. 

Entonces eligió zanahorias, rabanitos y lechugas para fortalecer la vista y los dientes. También unas manzanas con vitaminas para endulzar la merienda y unas deliciosas naranjas para desayunar. 

A su regreso, la mesa estaba servida y sus hermanitos con las patitas lavadas ya lo esperaban para almorzar. Después de lavarse los dientes y dormir la siesta salieron todos a jugar con sus amigos del bosque para agradecerle que le ayudasen a llevar la compra.

4. El cumpleaños del Sr. León, de Marta Eufradia Muñoz Gallardo

Cuento El cumpleaños del Sr. León, de Marta Eufradia Muñoz Gallardo

La jirafa y la elefanta estaban conversando cuando se les ocurrió una idea. Próximamente sería el cumpleaños del león y decidieron hacer una gran fiesta e invitar a todos los animales de la selva.

La paloma y el búho fueron los encargados de avisar a todos en la selva. Y, al día siguiente, con un sol radiante todos se pusieron a trabajar. 

Hicieron una gran tarta para todos. Formaron una gran orquesta y decoraron el lugar. Ya tenían todo preparado. Así que el monito tití fue a buscar al león y su familia, que no sabían nada sobre la sorpresa. Cuando el león llegó se puso muy feliz de ver lo que le habían preparado. Entonces, le cantaron el cumpleaños feliz y comenzó la celebración que duró toda una semana.

5. Alboroto en la cocina, de Elizabeth Ángela Bahamondes Morales

Alboroto en la cocina, de Elizabeth Ángela Bahamondes Morales

Cierto día en mi cocina, hubo una reunión de alimentos. Cada año se reunían para discutir cuál era el más saludable para que los niños crezcan sanos. 

El primero en hablar fue el chocolate que dijo: 

– ¡Yo soy el mejor!, mi sabor les encanta a los niños. 

– ¡No!, dijeron en coro las patatas. Nosotras fritas, somos las preferidas de los peques. 

– ¡Silencio!, dijo el tomate. Yo soy el mejor, porque soy una verdura. 

Entonces, contestaron las frutas a gritos: 

– ¡Nosotras somos más importantes porque les damos vitaminas a los niños!

Se armó tanto el alboroto que las judías tuvieron que intervenir. De pronto la sabia leche dijo:

– No sigan discutiendo ya que en realidad todos somos importantes para ayudar a que los niños crezcan sanos.

  • Towell, J. et. Al. (2019) Reading to babies: Exploring the beginnings of literacy. Journal of Early Childhood Literacy; 21(3). https://doi.org/10.1177/1468798419846199

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