Chistes cortos con doble sentido para reír en familia

La risa es un buen antídoto frente al cansancio y la apatía. También es una buena aliada del bienestar de niños y adultos, a la vez que contribuye a mejorar el estado de ánimo ya que genera endorfinas, más conocidas como las hormonas de la felicidad. Además, no hay nada como la risa para reforzar los vínculos familiares ya que contribuye a crear momentos únicos que los niños recordarán toda su vida. Y para hacer reír a los niños, puedes recurrir a chistes graciosos con doble sentido que también sirven para ir desarrollando su pensamiento analítico. He aquí una selección de algunos chistes cortos con doble significado para partirse de risa en familia.

50 chistes con doble sentido para partirse de risa en casa

Tanto si quieres sacar una sonrisa a los niños cuando están aburridos como organizar una tarde de chistes en familia, podrás encontrar muchísimos chistes con doble sentido muy divertidos. En Etapa Infantil hemos seleccionado algunos de los más graciosos que podéis compartir con los más pequeños de casa.

Hay dos niños estudiando para un examen y uno le pregunta al otro:

Marcos, ¡que planeta va después de Marte?

¡Miércoles!

El profesor le pregunta a Jaimito: 

– ¿Cuánto es 2×2?

– ¡Empate!

– ¿Y 2×1?

– ¡Oferta!

En el colegio, la maestra pregunta: Jaimito, ¿por qué es famoso Colón?

Por la memoria.

¿Por la memoria?

Pues sí, en el monumento pone ‘a la memoria de Colón’

Mamá, mamá, en el colegio me llaman Facebook. 

¿Y tú qué les dices? 

¡Me gusta!

En el colegio un alumno levanta la mano y le pregunta al profesor:
– ¿Qué quiere decir la palabra “Why”?
– Por qué
– No, por nada, solo quería saberlo.

La profesora pregunta a Jaimito: 

– ¿Cómo mató David a Goliat?

– Con una moto señorita.

– ¿Cómo con una moto? Será con una honda.

– ¡¡Ahhhh!, ¿pero quería usted la marca?

Pepito le pregunta a la profesora:
– ¿Cómo se escribe teléfono móvil?
– Pues tal como suena.
– Ya, pero… ¿y si está en silencio?

¿Cómo maldice un pollito a otro pollito? 

¡Caldito seas!

Pepito, ¿ya has ido a por las acelgas?
– Sí, pero no las he comprado.
– ¡¿Por qué?!
– Porque estaban todas verdes

¿Sabías que animales son los más antiguos?
– El oso panda y la vaca, porque están en blanco y negro

Dos pulgas iban conversando por la calle.

En un momento una le pregunta a la otra: 

– ¿Qué hacemos, vamos andando o cogemos un perro?

¿Qué hace un pez en el mar?

Nada.

¿Qué hace una vaca en verano?

¡Hace leche evaporada!

La maestra se acerca a Pepito y le dice:

– Sabes muy bien que no puedes dormir en mi clase, Pepito.

Pepito le responde:

– Lo sé, señorita. Podría dormir si no hablaras tan fuerte.

Dice la maestra:

– Te dije que escribieras este poema 10 veces para que aprendas a escribir y solo lo has hecho siete veces.

Pepito le responde: 

– Maestra es que tampoco sé contar.

Se encuentran dos ratitas y una le dice a la otra:
– ¿Qué haces aquí?
– Esperando un ratito.

¿Sabías cuál es tipo de pájaro más rico de todos?
– El pe-rriquito

Después del parto, la enfermera le entrega por fin el recién nacido.
– Hemos tenido un pequeño problema con el niño y hemos tenido que ponerle oxígeno.
– Ah vaya. Yo que quería llamarlo Pablo…

El maestro se dirige hacia Pepito y le pregunta: 

– ¿Me puedes decir dos pronombres?

– ¿Quién? ¿Yo?

– ¡Excelente respuesta!

¿Qué baile le gusta al tomate?

Lógico, la salsa.

¿Cuál es la fruta más santa?

La san-día.

¿Por qué llora un libro de matemáticas?

¡Porque tiene muchos problemas!

¿Cuál es el colmo del electricista?

¡Que su mujer se llame Luz!

Pedro, ¿qué harías tú si te estuvieras ahogando en alta mar?

¡Llorar para desahogarme!

Juan, si en esta mano tengo 8 naranjas y en esta otra 6 naranjas. ¿Qué tengo?

¡Unas manos enormes, profesor!

Oye hermanito, acaban de llamar al timbre preguntando si teníamos burros.
– ¿Burros? ¿Y tú que has contestado?
– Pues que ahora mismo no estabas. 

Me he sacado el carnet de manipulador de alimentos.

Ya tengo a los plátanos y a las patatas totalmente en contra de las zanahorias.

¿Qué le dijo la cebolla a la cocinera?

Eres tan hipócrita que después de que me partes, lloras.

Dos amigos se encuentran por la calle:
– Pepito, ¡ayer me compré un reloj!
– Anda que bien. ¿Qué marca?
– ¡Pues la hora!

¿Qué le dice una uva verde a una uva morada? 

¡Respira, respira!

¿Qué le dice un semáforo a otro? 

¡No me mires, me estoy cambiando!

Papá, papá, ¿qué se siente tener un hijo tan guapo? 

¡No sé hijo, pregúntale a tu abuelo!

Un hombre le dice a otro: 

– Usted no nada nada

Y él contesta: 

– Es que no traje traje

Un mecánico le dice a otro: 

– Tráeme el gato

Y el otro contesta: 

– No, que me araña

Un general le dice a un soldado: 

– ¡Soldado, ice la bandera! 

Y el soldado le responde: 

– Le quedó muy bonita, mi general. Le felicito

Pepito, ¿qué haces debajo de la mesa del ordenador?
– Es que dice que el sistema está caído.

¿Qué animal suele tener los pies en la cabeza?
– El piojo

Un hombre va a un restaurante y le pregunta al camarero: 

– ¿Qué hay de entrada?

Y este contesta: 

– Una puerta, señor. Me sorprende que no la haya visto

¿Por qué una señora lleva pegamento al restaurante? 

-Por si rompe la dieta.

¿Cómo se dice “perro” en inglés? 

– Dog. 

¿Y cómo se dice veterinario?

– Muy fácil. Dog-tor.

Dos compañeros de clase hablan en la calle después de un examen. 

-¿Qué tal te ha ido el examen? 

-Muy mal, lo he dejado todo en blanco. 

-¡Madre mía! Seguro que el profe pensará que hemos copiado.

Dos amigos van por la calle y uno le pregunta al otro: 

– ¿Qué hora es? 

– Son las doce. 

– Ufff, qué tarde.

– Pues haberme preguntado antes

¿Cuál es el colmo de una persona bajita? 

Que la policía lo pare por la calle gritando: – ¡¡ALTO!!

¿Cómo se despiden los químicos? 

Ácido un placer

¿Sabes que mi hermano anda en bicicleta desde los cuatro años? 

-Mmm, ya debe estar lejos.

Mamá, en el colegio me llaman distraído. 

– Juanito, tu vives en la casa de enfrente.

¿Cuál es el último animal del mundo? 

El delfín

Un hombre lleva a su gato en brazos y una mujer le pregunta: 

– ¡Qué mono! ¿Araña?

El hombre contesta: 

– No, señora, ¿no ve que es un gato, no una araña?

Entra un hombre en la farmacia.
– Buenos días, ¿tiene usted pastillas para la flojera?
– Sí
– ¿Vale, puede ponerme una en la boca?