Ser madre, ¡duele!
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Nacemos siendo inocentes niñas que solo quieren vivir. De niñas vemos a todas esas madres e incluso a la nuestra y no somos conscientes del trabajo que supone ser madre. Nadie lo es realmente, no se es consciente de todo el sufrimiento interno y externo que tienen que sufrir las madres solo por el hecho de serlo.
Las madres, miran atrás y se dan cuenta de que sus cuerpos ya no son lo que eran, se preguntan si volverán a sentirse guapas, tienen miedo de las enfermedades porque saben que ahora son más importantes que nunca en la vida… pues sus hijos dependen de ellas. El miedo a la muerte crece casi de forma automática cuando una mujer se convierte en madre.
Ser madre, hace que sientas dolor interno
Sí. Nadie te lo dijo. Nadie fue capaz de decirte antes de que decidieras ser madre que sería lo que más te haría sufrir en tu vida. No nos referimos al dolor físico (que también), nos referimos al dolor emocional que padecerás toda la vida. Duele, duele el cuerpo, la mente y el corazón.
- El embarazo, duele
- El parto, duele
- El postparto, duele
- Las emociones encontradas, duelen
- Amamantar, duele
- Ver a tu hijo llorando, duele
- Ver a tu hijo sufrir de cualquier manera, duele
- No dormir bien, duele
- No descansar, duele
- No tener 5 minutos para ti, duele
- Notar que todo es demasiado difícil, duele
- Darte cuenta de todo esto, duele
Duele y llorarás por ello. Porque eres humana, porque nadie te lo dijo antes… Porque tú pensabas que ser madre era más fácil, ¡o al menos eso parecía! Pero la realidad es otra. La realidad es que sentirás dolor desde el minuto 1 y también sentirás un eterno agradecimiento por todo lo que tu madre hizo por ti, y tu abuela por tu madre y todas las mujeres que se atrevieron a ser madres y a luchar por sus hijos día tras día, desafiando al cansancio y al dolor. Mirando al miedo de frente.
Necesitas que te entiendan
Sí, una madre necesita que la entiendan. Necesita que la ayuden en lugar de tener que soportar críticas. Si eres madre, no juzgues a otras madres. Recuerda que todas somos guerreras, luchadoras y todas, absolutamente todas, sentimos dolor. Somos la tribu de las madres y nos necesitamos. Por ello, démonos apoyo en lugar de ponernos la zancadilla.
La maternidad no es tan fácil como parecía serlo antes de que te tocase a ti. La maternidad es difícil aunque maravillosa. El cansancio que sientes merece la pena cuando tus pequeños te sonríen o te cogen de la mano. El amor que sientes por tus hijos es el amor más grande que existe… Es tan inmenso, que por ello puedes soportar todas las adversidades del mundo.
Y ahora que eres madre, puedes entender a tu madre, a tus abuelas y a todas las madres del mundo. Porque el sentimiento de maternidad, es único para ti, es inmenso… Cada madre lo siente a su manera, pero entiende lo que sientes tú. La vida no tiene manual de instrucciones, pero tú lo haces lo mejor que puedes.
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